MUSEO DE LA COMUNIDAD DE FRANCISCANAS CLARISAS DE BORJA. (ZARAGOZA) ESPAÑA

domingo, 23 de febrero de 2014

CARTA DE LA V.M. SOR MARÍA SALINAS
Primera mitad del siglo XVII
Papel. 31 x 21,5 cm. 


Carta de la madre Salinas. (Foto: E.Lacleta)

        Hace ya algunas semanas que dedicamos una entrada a la figura de la venerable madre sor María Salinas, muerta en olor de santidad, el 1 de julio de 1657, en el convento de clarisas de Gelsa (Zaragoza). Había nacido en Tamarite de la Litera en 1622, pero tomó el hábito en el convento de Santa Clara de Borja en 1622, de donde era natural su madre. Un año después, como era norma general en la época, y tras el periodo del noviciado, profesó en la Orden de Santa Clara. En Borja vivió hasta el 28 de agosto de 1636, cuando salió hacia la villa de Gelsa como una de las fundadoras del convento que, en aquella localidad, había sido promocionado a instancias de los marqueses de Osera. 

Autobiografía de la madre Salinas, publicada en Zaragoza, en 1660, por fray Juan Ginto
(Foto: E. Lacleta)

        Para el conocimiento de la religiosa resulta de imprescindible consulta su propia autobiografía, que fue publicada en Zaragoza en 1660, algunos años después de su muerte, y que forma parte también de los fondos permanentes del Museo. 

Carta de la V.M. Sor María Salinas al doctor Sallent. Detalle del encabezamiento y primeros versos.
(Foto E. Lacleta).

        Entre los recuerdos personales de la venerable que su convento de Borja ha conservado se encuentra una carta que, aunque sin data cronológica, puede ser fechada en el primer tercio del siglo XVII. Su destinatario era Francisco Sallent, médico de Borja. De su matrimonio con Catalina Trasobares tuvo varios hijos: el primogénito, llamado Juan Francisco, llegó a ser obispo auxiliar emérito de Valencia, y cuatro de las niñas, además, profesaron también en el convento. Se tratan de las célebres hermanas Sallent, de las cuales, sor Mariana, fue una de las poetisas más destacadas de la literatura española de los siglos XVII y XVIII. 

Carta de la V.M. Sor María Salinas al doctor Sallent. Detalle. 
(Foto E. Lacleta).

        La carta que remitió la madre Salinas probablemente llegó al convento en el momento en el que las hijas del doctor Sallent tomaron el hábito en él, conservándola como un recuerdo familiar procedente de una religiosa que, según hemos ya visto, murió en opinión de santa. Toda la redacción es una composición poética, pero de pobre versificación y escasa calidad. En ella, la religiosa da una serie de consejos al destinatario para que sepa apartarse de las tentaciones mundanas del demonio. 


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