LOS LIBROS LITÚRGICO-MUSICALES DEL ARZOBISPO ALFONSO GREGORIO
El 30 de abril
de 1603 fue fundado en Borja el convento de Santa Clara, el primero femenino de
la ciudad, por sor Esperanza Ortal, sor Ana Xabar, sor Isabel Casales y sor
Petronila Sariñena, monjas procedentes del convento de Santa Catalina de
Zaragoza. Así pues, más de cuatrocientos años de existencia han generado un
extraordinario patrimonio que, lejos de los sucedido en otro tiempo, sus
propietarias han sabido advertir su valor, un cambio de mentalidad que se ha
traducido en la consolidación del edificio, la restauración de su iglesia y de
algunos de los lienzos que constituyen su exorno, la recuperación de sus ricos
archivos histórico y musical y la creación del Museo conventual. Es, en este contexto, donde diversos
investigadores, historiadores del arte e historiadores hemos comenzado a poner
nuestra mirada en un convento que, hasta la actualidad, no había sido objeto de
la atención que merecía, dando a conocer parte de su historia y de patrimonio en
distintas publicaciones especializadas.
Fruto de este trabajo fue el hallazgo en 2008 de tres de los
cinco libros litúrgico-musicales que se propuso realizar el arzobispo de
Zaragoza D. Alfonso Gregorio a finales del siglo XVI y que se han conservado en
el convento borjano. Nos estamos refiriendo al Antiphonarium de Sanctis (1596), al Antiphonarium de Tempore (1598) y al Missarum de Sanctis (1598), todos ellos realizados en la tipografía
de Pascual Pérez, “uno más de los
numerosos y excelentes maestros impresores que trabajaban activamente en
nuestra ciudad a finales del s. XVI”, y que hasta el
trabajo del profesor Ángel San Vicente resultaba casi desconocido. La noticia fue dada a conocer por Heraldo de Aragón, cuyo enlace insertamos a continuación:
http://www.heraldo.es/noticias/cultura/el_patrimonio_musical_aragones_recupera_tres_joyas_bibliograficas_halladas_borja.html
Los dos antifonarios fueron objeto
de estudio y publicación en una edición
facsimilar auspiciada por la Sección de Música Antigua de la Institución
“Fernando el Católico”, donde quedó de manifiesto la
rareza e importancia de estos ejemplares, máxime cuando en el año 1996 sólo se
tenía constancia de la existencia del Antiphonarium
de Tempore en las bibliotecas privadas de los profesores Lothar Siemens
Hernández y Jesús Gonzalo López así como en la Biblioteca de la Universidad de
Oviedo, lugar éste último donde también se conserva el Antiphonarium de Sanctis.
Antiphonarium de Sanctis
D. Alfonso Gregorio ocupó la sede arzobispal
desde el 1 de mayo de 1593 hasta su fallecimiento, acaecido el 27 de octubre de
1602, viéndose caracterizado su gobierno por una “intensa actividad pastoral”. En la dedicatoria
de ambos antifonarios puso de relieve la escasez de obras de esta naturaleza en
su archidiócesis, su importancia en la alabanza divina así como la necesidad de
imprimirlas si se carecía de ellas. De tal manera, los ejemplares
conservados en Borja, aun perteneciendo la ciudad a lo largo de su historia a
la diócesis de Tarazona, deben considerarse el fruto de una de las máximas prioridades
que rigieron el gobierno del prelado.
Antiphonarium de Tempore
En la citada edición facsimilar
quedó patente que la idea inicial de D. Alfonso Gregorio era la publicación de
cinco libros, aunque sólo se conocían con seguridad los dos antifonarios, y, con
ciertas reservas, el Manuale seu Rituale
Caesaraugustanum, editado por Lorenzo Robles en 1600 y que Juan
M. Sánchez localizó en la biblioteca del convento de Ntra. Sra. de Cogullada,
ejemplar actualmente desaparecido, aunque se
habría conservado otro en la parroquia de la localidad de Cubel. En la actualidad, podemos añadir a
esta nómina el Missarum de Sanctis
conservado en Borja, y que según don Pedro Calahorra existe otro ejemplar en la
catedral de Jaca, así como un Missarum de
Tempore localizado en la colegiata de Daroca.
Liber Missarum de Sanctis
El Missarum de Sanctis contiene la música de las partes del Propio de
la Misa, tanto para el Propio de los Santos siguiendo el calendario de la
Iglesia Universal, como para el Común de los Santos y difuntos, donde también
se recogen las festividades del calendario de la Iglesia en España y las del de
Zaragoza. El libro se completa con varios aspersorios y partes del Ordinario de
la Misa para el Común de los Santos y difuntos. Así pues, el hallazgo de estos tres
ejemplares en el convento de Santa Clara resulta ser de una importancia
extraordinaria, tanto porque se desconocía su existencia en Borja como porque
es el único lugar en el que se han conservado juntos tres de los cinco libros
proyectados por el prelado.
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