EL ANTIGUO RETABLO DE SAN SEBASTÁN DE BORJA: UNA OBRA DEL FLORENTINO JUAN DE MORETO (1538-1539)
Según dio a conocer Manuel Abizanda y Broto en 1917, el 14 de marzo de 1538 la cofradía de San Sebastián de Borja, representada por Pedro Guernica y Juan Tabuenca, encomendó al escultor florentino Juan de Moreto la realización de un nuevo retablo para la ermita del santo milanés. Las medidas concertadas fueron de 23 palmos de alto y de 15 palmos y medio de ancho, siguiendo en todo una traza que obraba en poder de ambos cofrades.
Imagen procesional de San Sebastián de Borja. Siglo XVII. (Foto: E. Lacleta).
Presidiendo el mueble, del cual la capitulación ofrece numerosos datos en cuanto
a su mazonería y programa iconográfico, se encontraría la imagen de bulto de
San Sebastián, de seis palmos y medio de altura, sinse la diadema a de estar
el dicho sancto con su capa y pidina como paresce en dicha traça, como
caballero con su saeta larga en pies. Es decir, con atuendo militar, bajo
un modelo iconográfico de amplia aceptación en la Comarca de Borja, y no
semidesnudo, atado a un árbol, en el momento de ser asaeteado.
Bustos e imágenes procesionales de San Sebastián con indumentaria militar o de época de las localidades de Ambel, Tabuenca y Magallón. (Foto: CESBOR).
El precio convenido fue de 40 ducados de oro, de los cuales ese mismo día
recibió 17 ducados, dejando los restantes para cuando Juan de Moreto instalara
el retablo en la ermita, según lo convenido en agosto de 1538, aunque los
gastos del traslado hasta Borja serían costeados por la cofradía. Sin embargo,
Juan de Moreto no cumplió con el plazo de entrega estipulado por los problemas
habidos con Hernando Rodríguez que, asociado a Antón de Plasencia, eran los
encargados de la parte pictórica. Al parecer, cada uno de los artífices quiso
que su especialidad predominara en el conjunto, una postura que tuvo que ser
concilada el 31 de diciembre de 1538 por un acto en el que Moreto se
comprometió a ocuparse únicamente de la parte escultórica y Rodríguez y
Plasencia de la pictórica.
Iglesia de San Sebastián en la actualidad. (Foto: E. Lacleta).
Cuando en 1687 el convento de Santa Clara se hizo con la ermita de San
Sebastián como iglesia conventual, tras las cesiones efectuadas por la
cofradía, ayuntamiento y cabildo de la colegiata de Santa María, compró el
retablo de Moreto y lo instaló en el presbiterio del nuevo templo levantado por
José Barbod entre 1687-1692 porque, según el convenio al que llegaron todas las
partes, la iglesia del convento siempre estaría dedicada al santo mártir. No
obstante, el 16 de mayo de 1743 las religiosas encargaron un monumental mueble
al escultor José Ramírez de Arellano, dorado por el franciscano fray Manuel
Castellón en 1745, por lo que en el antiguo retablo se colocó una imagen de San
Pedro de Alcántara.
Detalle de la imagen titular de San
Sebastián, obra de José Ramírez de Arellano, y firma del escultor mediante la
inclusión de una cabeza de ángel calvo. (Foto: E. Lacleta).
Aunque el retablo de San Sebastián no se ha conservado, la ciudad de Borja
preserva otras obras de Juan de Moreto, uno de los máximos representantes del
Renacimiento en tierras aragonesas junto a Damián Forment y Gabriel Joly.
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