MUSEO DE LA COMUNIDAD DE FRANCISCANAS CLARISAS DE BORJA. (ZARAGOZA) ESPAÑA

lunes, 6 de enero de 2014

NIÑO JESÚS DEL CORAZÓN
Talla en madera policromada
1881

        Como ya indicara Emile Mâle, la devoción al Niño Jesús es sumamente antigua. Tanto que un franciscano, el P. Borely, afirmó que desde que tuvo lugar la celebración navideña de Greccio, el amor filial de la Orden hacia esta devoción fue siempre una constante. Sin embargo, aunque a finales del Medioevo ya proliferaban las imágenes exentas del Niño Jesús, no fue hasta el siglo XVII cuando los artistas supieron plasmar realmente la psicología infantil que invitaba a la contemplación del Verbo hecho carne, merced a las nuevas formas de piedad y de la religiosidad barroca que tanto tuvieron en cuenta la realidad humana de Dios.
Niño Jesús del Corazón

        La imagen que presentamos a continuación no forma parte de los fondos permanentes del Museo de Santa Clara, pero puede contemplarse todos los años en el belén conventual los días 5 y 6 de enero, con motivo de la solemnidad de la Epifanía. La talla pertenecía a la religiosa sor Juana Cortés, y fue bendecida en la basílica de la Natividad de Belén, siendo colocada en el mismo lugar donde la tradición señala el nacimiento de Cristo durante todo el tiempo que duró la celebración de una Eucaristía el 16 de octubre de 1881. Así lo acredita el certificado correspondiente y el sello de cera encarnada que pende del cuello del Niño Jesús.

Niño Jesús en el belén conventual

        En torno a otras celebraciones que tienen por protagonista a esta imagen destaca la del inicio del postulantado. La comunidad religiosa se reúne en la puerta reglar del convento para cantar los primeros versos del salmo “Letatus sum” y, al termino del Gloria Patri, se abre la puerta para que el sacerdote imparta la bendición sobre la postulante, momento en el que ésta recibe la imagen de la última postulante, novicia o profesa que hubiera ingresado en el convento mientras el resto de las religiosas cantan la antífona “Veni Sponsa Christi. Antes de terminar la ceremonia, se cierra la puerta reglar y todas las religiosas se dirigen al coro bajo para cantar el Magnificat, terminando el acto con el abrazo fraternal de la postulante al resto de las hermanas.


        Esta tipología de imagen es una de las más recientes en el corpus iconográfico del Niño Jesús. Sentado en una silla bendice con la mano derecha mientras que en la izquierda, cercana a su pecho, porta un corazón.


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