MUSEO DE LA COMUNIDAD DE FRANCISCANAS CLARISAS DE BORJA. (ZARAGOZA) ESPAÑA

viernes, 20 de enero de 2017

CUANDO SAN SEBASTIÁN PUDO HABER SIDO PATRONO DE BORJA


Imagen procesional de San Sebastián. Siglo XVII. Museo de Santa Clara de Borja. 
(Foto: E. Lacleta).


        Este 20 de enero, día en el que la Real Cofradía de San Sebastián de Borja celebra la fiesta de su santo titular, queremos recordar el hecho histórico de que el santo pudo haber sido elevado a la condición de patrono principal de la ciudad en 1643, dato que posiblemente resulte desconocido, en buena medida, para los borjanos. 

       Desde el Medioevo, San Sebastián gozó de una profunda devoción en la localidad, donde contaba con una cofradía y dos templos propios, ambos en la plaza de San Francisco. La llamada ermita de San Sebastián "el Viejo" se encontraba en el cementerio de la parroquia de San Miguel (en la actualidad Museo Arqueológico), pero en 1609 terminó siendo derribada, tanto por su mal estado de conservación como por entorpecer el paso hacia la puerta principal del recién edificado convento de Santa Clara. En este sentido, y aunque el concejo de Borja barajó la posibilidad de construir una nueva ermita, optó por una solución más económica para las arcas municipales: trasladar el retablo y la capellanía fundada en la vieja ermita a una de las capillas ya existentes de la vecina parroquial de San Miguel. 


Lienzo de San Sebastián procedente de la antigua iglesia parroquial de San Miguel de Borja. Finales del s. XVIII-comienzos del s. XIX. (Foto: Centro de Estudios Borjanos).

     Por el contrario, la ermita de San Sebastián "el Nuevo" era la sede de la cofradía, y ocupaba una parte de lo que en el día de hoy es la iglesia del convento de Santa Clara, lugar donde se han conservado dos reliquias del santo. Finalmente, en el convento de San Francisco también existía una capilla dedicada a los santos Fabián y Sebastián. 


Reliquia de San Sebastián en un relicario del s. XX. Convento de Santa Clara. 
(Foto: A. Aguilera).

    De esta forma llegamos a 1641, cuando los días festivos anuales, entre los que se encontraban los domingos, fiestas de precepto, fiestas locales y celebraciones religiosas extraordinarias (rogativas, exequias reales etc.) copaban buena parte del calendario, hasta el punto de que el número de días laborables era inferior al de festivos, una circunstancia que, evidentemente, repercutía negativamente en el desarrollo económico. Por esta razón, el papa Urbano VIII, mediante la constitución apostólica Universa, de 13 de septiembre de 1642, redujo las fiestas de precepto a 34, y limitó a uno el número de patronos para cada reino, provincia y ciudad. 

Urbano VIII pintado por Gian Lorenzo Bernini. 1625. (Foto: wikipedia). 

       Como en el resto de localidades, Borja tuvo que pronunciarse sobre el patrono o patrona que, a partir de entonces, sería considerado como principal, y la decisión se dirimió entre San Sebastián y la Exaltación de la Santa Cruz. Según se anotó en el tomo cuarto de las resoluciones del cabildo de la colegiata de Santa María, el 25 de julio se pregonó públicamente la decisión pontificia pero, por motivos que no son especificados, los eclesiásticos estaban más interesados en que fuera la Exaltación de la Santa Cruz. Así lo hicieron saber a los jurados del municipio, que terminaron accediendo a sus deseos. No obstante, y en atención a que su cofradía era muy antigua y con un elevado número de integrantes, se acordó que la fiesta del santo no se celebrara el día 20, sino el domingo siguiente, asistiendo a ella todo el cabildo, como también a las vísperas del día anterior. 


La Exaltación de la Santa Cruz en el retablo mayor de la colegiata de Santa María. 
(Foto: Centro de Estudios Borjanos).

       El patronazgo de la Exaltación de la Santa Cruz queda patente en el retablo mayor de la colegiata, concertado en 1683 con los escultores Antonio y Gregorio de Messa, pero en esta monumental obra también se decidió colocar una imagen de San Sebastián presidiendo la calle lateral correspondiente al lado de la Epístola, un bello testimonio histórico-artístico de la profunda devoción de Borja hacia San Sebastián, santo que a punto estuvo de convertirse en patrono principal de la ciudad.  

San Sebastián en el retablo mayor de la colegiata de Santa María. 
(Foto: Centro de Estudios Borjanos).

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